Culebrilla
Hoy lo atendieron por culebrilla. La culebrilla es una infección viral causada por el mismo virus que causa la varicela. Cualquier persona que ha tenido varicela puede desarrollar culebrilla más adelante en la vida. El virus permanece en los nervios del cuerpo, pero está dormido (latente). La culebrilla suele afectar a personas mayores. O a personas con inmunidad disminuida. Pero puede afectar a cualquier persona a cualquier edad.
La culebrilla comienza como un hormigueo o ardor en zonas de la piel de 1 lado del cuerpo. Esto se debe a que el virus solo afecta la zona de la piel que depende del nervio específico donde se reactiva el virus. Pueden aparecer pequeñas ampollas dolorosas. También puede sentirse mal en general e incluso tener fiebre.
La exposición a la culebrilla no puede causar culebrilla. Sin embargo, puede causar varicela en cualquier persona que no haya tenido varicela o que no se haya vacunado. El período contagioso finaliza cuando todas las ampollas han desarrollado una costra, generalmente 1 a 2 semanas después de que comienza la enfermedad.
Después de que las ampollas se curan, la piel afectada puede estar sensible o dolorosa durante semanas o meses, y se resuelve gradualmente con el tiempo. Pero a veces, esto puede durar más tiempo e incluso ser permanente (esto se conoce como neuralgia posherpética). La neuralgia posherpética es la complicación más frecuente de la culebrilla. La complicación más temida es la culebrilla ocular, cuando se ve afectado el 5.º par craneal. Esto puede conducir a la ceguera. También puede tener culebrilla en el oído asociado con parálisis facial.
Hay vacunas disponibles contra la culebrilla. La vacuna funciona muy bien para prevenir la culebrilla. También ayuda a prevenir todas sus posibles complicaciones. Por lo general, se recomienda para adultos mayores de 50 años, incluso si tuvieron culebrilla en el pasado. Hable con su proveedor de atención médica sobre la vacunación y qué tipo de vacuna es la mejor para usted.
Cuidados en el hogar
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Se pueden recetar medicamentos para ayudar a aliviar el dolor. Tome esos medicamentos según las indicaciones. Consulte a su proveedor de atención médica o farmacéutico antes de usar medicamentos de venta libre para ayudar a tratar el dolor y la picazón.
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Se pueden recetar medicamentos antivirales para reducir el dolor, acortar la duración de la enfermedad y prevenir la neuralgia. Tome esos medicamentos según las indicaciones.
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Las compresas hechas con una solución de agua fría mezclada con almidón de maíz o bicarbonato pueden ayudar a aliviar el dolor y la picazón.
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Lávese la piel suavemente todos los días con agua y jabón para ayudar a prevenir infecciones. Asegúrese de enjuagar todo el jabón, que puede ser irritante.
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Mantenga las uñas cortas y trate de no rascarse. Rascarse las llagas puede dejar cicatrices.
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No vaya a trabajar o la escuela hasta que todas las ampollas hayan formado una costra y ya no contagie la enfermedad.
Atención de seguimiento
Haga un seguimiento con su proveedor de atención médica según se lo indiquen.
La vacuna contra la culebrilla (vacuna RZV) se recomienda para personas sanas mayores de 50 años, incluso si ya han tenido culebrilla. Esto se debe a que puede volver a tener culebrilla. Se recomiendan dos dosis de la vacuna RZV. Debe recibir la segunda inyección de RZV entre 2 y 6 meses después de la primera. La vacuna hace que sea menos probable que desarrolle culebrilla en el futuro. Si se desarrolla culebrilla, es probable que los síntomas sean más leves que si no hubiera sido vacunado. También se aconseja recibir RZV incluso si recibió la vacuna más antigua contra la culebrilla (vacuna contra el herpes zóster con gérmenes vivos, ZVL) en el pasado. Eso se debe a que la vacuna RZV funciona mejor y lo protege de la culebrilla más tiempo.
Espere hasta que la erupción de la culebrilla haya desapareció antes de recibir la vacuna RZV.
Cuándo consultar al médico
Llame a su proveedor de atención médica si se presenta cualquiera de las siguientes situaciones:
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Fiebre de 38 °C (100,4 °F) o más, o según lo que le indique su proveedor
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La piel afectada se encuentra en la cara o el cuello y tiene cualquiera de los siguientes síntomas:
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Ampollas en nuevas áreas del cuerpo
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Dolor articular, enrojecimiento o hinchazón
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Signos de infección cutánea: secreción de líquido de color de las llagas, calor, aumento del enrojecimiento, fiebre o aumento del dolor
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Los síntomas empeoran o aparecen síntomas nuevos