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Cólico infantil

Todos los bebés lloran. De hecho, es normal que un bebé saludable llore hasta dos horas al día durante las primeras semanas de vida.

Cuando el llanto de un bebé se vuelve excesivo y ocurre sin ningún motivo aparente, es posible que sufra de una afección llamada cólicos. Los proveedores de atención médica suelen definir los cólicos según estos criterios:

  • Se presentan durante los primeros meses de vida del bebé

  • El llanto dura por más de tres horas y ocurre por lo menos tres días a la semana

  • El llanto tiene un sonido agudo, puede ser más intenso y tener un mayor volumen de lo normal

Los expertos no saben con certeza qué causa los cólicos. Lo que sí saben es que no significa que su bebé lo rechace o manipule. No está haciendo nada malo.

El proveedor de atención médica examinará a su bebé para revisar si hay alguna causa subyacente del llanto. Si a su bebé le diagnostican cólicos, no se necesita ningún tratamiento médico. El proveedor le comentará acerca de maneras para calmar y tranquilizar al bebé. También le darán consejos sobre cómo afrontar la situación de su bebé y cómo obtener apoyo en caso de que lo necesite.

En la mayoría de los casos, los cólicos desaparecen después de que el bebé cumple 4 meses. 

Importante

El estrés de cuidar a un bebé tensiona a los padres. Puede ser aún más estresante si su bebé tiene cólicos. Sin embargo, no importa cuán frustrado, cansado o alterado se sienta, nunca sacuda a su bebé. Sacudir a un bebé, aunque sea de manera muy leve, es sumamente peligroso.

Cuidados en el hogar

Existen algunas medidas específicas que puede adoptar para ayudar a su bebé y ayudarse usted mismo hasta que los cólicos desaparezcan. Estas se describen a continuación.

Métodos de alimentación

  • Cada alimentación debe durar aproximadamente 20 minutos, con un intervalo de dos horas entre cada una.

  • No alimente al bebé cada vez que llora. Esto resultaría en un exceso de alimentación.

  • Haga eructar al bebé después de cada onza de fórmula o cada cinco minutos de amamantamiento.

  • Tenga siempre al bebé en sus brazos mientras lo alimenta. Si su bebé está acostado, no apoye el biberón para alimentarlo. Esto puede hacer que trague demasiado aire.

Cambios en la alimentación

  • Si está amamantando, trate de modificar su propia dieta. Elimine la cafeína (café, té y colas), el chocolate, las cebollas y el ajo, la leche, los lácteos y los huevos.

  • Puede ser conveniente cambiar a otro tipo de fórmula en caso de que su bebé se alimente con fórmula. Pero no cambie la fórmula sin consultar primero al proveedor. Demasiados cambios pueden empeorar los cólicos.

Cómo consolar al bebé

  • Atienda al bebé poco después de que empiece a llorar. Determine si el bebé tiene hambre, si necesita que le cambien el pañal o si quiere cambiar de posición.

  • Si esto no da resultados, cálmelo o distráigalo durante 20 minutos para consolarlo. Algunos bebés responden mejor al intento de tranquilizarlos. Otros responden mejor a los métodos de distracción o estimulación.

    • Cómo tranquilizar al bebé. Mantenga al bebé cerca de su cuerpo (considere un método de porteo) y camine o mézase mientras le habla suavemente, o bien acueste al niño boca abajo sobre su regazo, sosteniéndolo con ambas manos, y mézalo moviendo las piernas de lado a lado. Un baño caliente, una cuna mecedora o un columpio para bebés también pueden dar buenos resultados.

    • Cómo estimular al bebé. Intente mover al bebé de arriba abajo como si trotara suavemente, ponerle música, hacer contacto físico con él o cambiarlo de ambiente. O llévelo a dar un paseo a pie o en auto. Esto suele cambiar el humor del bebé.

  • Si el bebé sigue llorando después de intentar confortarlo durante 20 minutos, acuéstelo en la cuna y salga de la habitación (pero no de la casa).

  • Deje que el niño llore durante 20 minutos. Transcurrido ese tiempo, regrese a la habitación y repita el mismo ciclo tantas veces como sea necesario hasta que el bebé se duerma. Si usted sigue este método de forma constante, le dará al niño la oportunidad de aprender a consolarse solo (chuparse el dedo, mirarse las manos, etc.).

Apoyo para los padres

  • No tome el llanto del niño de forma personal. ¡Su bebé no está enojado con usted! No está haciendo nada malo.

  • Tómese un descanso. Cuidar de un bebé que sufre de cólicos es una tarea muy ardua. Busque un cuidador, familiar o amigo que pueda ayudarlo a usted o a su pareja, al menos, una hora al día para que puedan salir del hogar. Si se siente abrumado, hable con el proveedor de atención médica de su bebe acerca de posibles opciones en cuanto al cuidado de niños, asesoría, u otros recursos que puedan ayudar.

  • Únase a un grupo de apoyo para padres. Así podrá conversar con otros padres que tengan problemas similares.

Atención de seguimiento

Haga un seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo, o según le hayan indicado.

Cuándo debe buscar atención médica

Al menos que el proveedor de atención médica del bebé le indique lo contrario, llámelo de inmediato si ocurre lo siguiente:

  • Su bebé tiene fiebre (consulte "La fiebre y los niños" a continuación)

También llame al proveedor de inmediato en los siguientes casos:

  • Su bebé tiene un cambio inusual en sus patrones de llanto o de comportamiento.

  • Su bebé está teniendo problemas para alimentarse, se niega a comer o deja de aumentar de peso.

  • Su bebé no para de vomitar.

  • Su bebé tiene diarrea continua o estreñimiento.

  • Su bebé presenta sangre en las heces o en el vómito (de color negro o rojo oscuro).

  • Sospecha que su bebé sufre de dolor de estómago. Por ejemplo, si dobla las piernas hacia el pecho mientras llora.

  • Siente que está perdiendo la paciencia y teme hacerle daño al bebé. Nunca sacuda a su bebé. Sacudir al bebé no detendrá el llanto. En casos extremos, puede provocar ceguera, daño cerebral e incluso la muerte.

La fiebre y los niños

Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Por ejemplo:

  • En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.

  • En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.

  • En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.

  • En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tiene signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura rectal.

  • En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.

Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo de forma adecuada. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.

A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé el proveedor.

Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:

  • Primero, pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.

  • En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior

  • En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior

Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):

  • En el recto, la frente o el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior

  • En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior

Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:

  • Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en un niño de cualquier edad

  • Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses

  • Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años

  • Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más

Online Medical Reviewer: Donna Freeborn PhD CNM FNP
Online Medical Reviewer: Heather Trevino
Online Medical Reviewer: Liora C Adler MD
Date Last Reviewed: 6/1/2022
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